Hace unos días me tocó escribir un reportaje sobre los avances en cirugía ortognática, por lo que fui a entrevistar a un par de médicos que han descrito una nueva técnica que consiste en fusionar un modelo realizado por medio de tomografía por haz cónico y un escáner dental intraoral.
La entrevista transcurría con normalidad. Yo observaba con atención las posibilidades de la navegación tridimensional durante el proceso de navegación de esta cirugía del esqueleto facial cuando de pronto, el médico hizo una pequeña pausa y me dijo: «tú eres candidata».
-¿Yo?, pensé. ¿Candidata?- «Sí», me dijo. «Tienes la mandíbula retrasada unos milímetros y te la podríamos arreglar en un momento. Con anestesia local y de forma ambulatoria». Claro, esto después de varios meses de ortodoncia y de todo el proceso previo para fabricar las férulas que hacen de guía quirúrgica.
Hasta ese día, nunca en mi vida había percibido que mi mandíbula podría estar un par de milímetros más atrás de lo que los cirujanos estéticos consideran correcto. Mis dentistas siempre me han dicho que mi mordida es correcta. No tengo problemas de deglución y, a decir verdad, jamás había reparado en esa pequeña diferencia. Sin embargo, después de ese día no paro de pensar en la trayectoria de los huesos de mi mandíbula y su alineación. Espero olvidarme pronto de ello y no acabar en el quirófano.
La Pastanaga 
Si no tienes problemas funcionales (que por lo que cuentas no es así) y si no tienes un trauma por tu estética (que parece que tampoco), me parece que insinuarte la posibilidad de una cirugía así es toda una crueldad.
¿Recuerdas cuando hace unos años en Aquí hay Tomate preguntaban a modelillos provinciales cuál era la parte de su cuerpo que querrían operar? Era el colmo de un tipo de cirugía con el que no estoy de acuerdo.
Por cierto, ehhorabuena por tu blog. Me parece muy buena la foto del banner.
Pues si yo, que leía con gran atención lo del análisis tridimensional, me vi sorprendido por el giro que a la entrevista dio el hombre, ya me imagino usted. Caramba.
Saludos.
A esto se llama ‘medicalizar’ (absurdamente) la vida. Así nos va.